PARIS (Reuters) - Trabajadores de refinerías interrumpieron el suministro de un oleoducto que abastece combustible a la región de París, mientras Francia vive una ola de protestas contra una impopular reforma previsional impulsada por el presidente Nicolas Sarkozy.
La policía desalojó los bloqueos en depósitos de combustible en el sur de Francia, pero los manifestantes ocuparon otra terminal en el aeropuerto de Orly, en París, y los camioneros se disponían a sumarse a la protesta, en la víspera de un día de manifestaciones populares el sábado.
El martes está prevista una huelga nacional, un día antes de que el Senado someta a votación la reforma que propone extender la edad de jubilación.
Las protestas se han convertido en un gran desafío para el presidente de centroderecha, quien está luchando con bajísimos índices de popularidad mientras intenta tranquilizar a los mercados financieros controlando un enorme déficit previsional.
La participación entre los trabajadores del ferrocarril cayó al 15 por ciento el viernes, desde un 40 por ciento en los días previos, pero dirigentes sindicales esperan para la próxima semana una convocatoria tan fuerte como la de 1995, cuando 24 días de protestas lograron frustrar una reforma jubilatoria.
La huelga del próximo martes podría afectar a varios sectores.
"Este movimiento está profundamente enraizado en el país", dijo el líder sindical de la CGT, Bernard Thibault, a LCI televisión.
"El Gobierno apuesta a que este movimiento se deteriore o incluso se quiebre. Creo que tenemos los medios para desilusionarlo", agregó.
El principal sindicato de camioneros de Francia convocó a todos los choferes a la medida de fuerza del próximo martes, aunque muchos quizás no puedan usar los camiones de sus jefes para bloquear las rutas.
La oportunidad más clara de derrotar el plan de reforma se dará si las huelgas en las refinerías comienzan a amenazar el suministro de combustible o si los jóvenes salen a la calle en masa y desatan violentos enfrentamientos.
Un oleoducto que abastece de combustible a la región de París y sus aeropuertos dejó de operar el viernes por la mañana debido a las protestas en las refinerías, dijo una fuente del ducto. Los conductores de todo el país almacenaban gasolina debido a que los bloqueos en los depósitos ponían en duda el suministro.
Las imágenes de televisión mostraron a las fuerzas policiales usando gases lacrimógenos para contener a jóvenes manifestantes en la ciudad de Lyon, en el sur.
En París, los oficiales de policía recibieron órdenes para dejar de usar perdigones anti disturbios después de que un estudiante de secundario resultó gravemente herido el jueves.
Estudiantes de cientos de colegios en todo el país se unieron al movimiento de protesta a partir del jueves, gritando consignas contra Sarkozy. Decenas fueron arrestados y el viernes otros grupos fueron forzados a retroceder cuando intentaban acercarse al despacho del primer ministro.
Los sondeos de opinión muestran que dos tercios de los franceses se oponen al plan de Sarkozy de elevar el mínimo de edad jubilatoria de 60 a 62 años y aumentar la edad en la cual una persona puede reclamar una pensión completa de 65 a 67 años.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, hablando durante una ceremonia en París.
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